Manifestantes por Palestina se reunen frente a la Universidad de Columbia

En un d铆a caluroso de la semana pasada, las 馃槃 banquetas frente a la Universidad de Columbia estaban abarrotadas. Unas 200 personas se hab铆an reunido, haciendo un ruido m谩s grande 馃槃 que su n煤mero, gritando esl贸ganes a favor de Palestina y levantando carteles. Era una multitud mixta, diversa en etnias y 馃槃 generaciones. "He vivido en este vecindario toda mi vida", dijo uno de ellos cuando le pregunt茅 por qu茅 estaba all铆. 馃槃 Una dama mayor caminaba entre la multitud ofreciendo peque帽as botellas de agua. Un helic贸ptero volaba en c铆rculos sobre sus cabezas. 馃槃 La polic铆a que rodeaba la multitud estaba nerviosa, grit谩ndole a los transe煤ntes que se mantuvieran alejados y aumentando la tensi贸n 馃槃 de una multitud ruidosa pero perfectamente ordenada y amigable.

Dentro del campus, me dirig铆 a la raz贸n de los 馃槃 manifestantes, la polic铆a y la alta seguridad en las puertas de la universidad: un campamento de estudiantes en un peque帽o 馃槃 c茅sped en el coraz贸n del campus. Hab铆a estado all铆 durante aproximadamente dos semanas en ese momento, despu茅s de que una 馃槃 serie de demandas a los administradores de la universidad, incluida la desinversi贸n de "compa帽铆as e instituciones que se lucran con 馃槃 el apartheid israel铆", no fueran atendidas.

La prensa se aglomeraba. Reporteros de medios locales y extranjeros hablaban ansiosamente frente 馃槃 a las c谩maras; otros transmit铆an en vivo desde sus tel茅fonos. Cerca del campamento, un grupo de reporteros se reuni贸 alrededor 馃槃 de un estudiante jud铆o que estaba de pie en una plataforma elevada, agitando una gran bandera israel铆 mientras repet铆a a 馃槃 los entrevistadores que los jud铆os en el campus no iban a ser intimidados y "no se ir铆an a ning煤n lado". 馃槃 En el c茅sped justo al lado del que albergaba el campamento, hab铆a una hilera de peque帽as banderas israel铆es plantadas en 馃槃 filas ordenadas.

El propio campamento era chocantemente peque帽o y tranquilo, casi festivo: unas pocas tiendas de campa帽a con unos 馃槃 cuantos estudiantes caminando, ocasionalmente entonando canciones o gritando, mientras que los estudiantes fuera de la cerca corta alrededor del c茅sped 馃槃 se un铆an. Desde un lado del campamento, un estudiante instaba a otros a mantenerse hidratados. Estaba de pie en lo 馃槃 que parec铆a ser el centro administrativo de la protesta, albergando una tienda de suministros y lo que me dijeron que 馃槃 era la oficina de enlace con los medios. En una cartulina levantada con marcador negro y rasgada, se escribi贸 la 馃槃 palabra "Electrolitos".

Lo que llam贸 mi atenci贸n fue un hecho evidente pero impactante, considerando lo organizadas que estaban las 馃槃 reglas del campamento y cu谩nto hab铆an experimentado los estudiantes en t茅rminos de arrestos, suspensi贸n y atenci贸n global. Eran ni帽os. "Estudiantes 馃槃 de 19 a帽os", respondi贸 uno de ellos cuando coment茅 sobre las reglas y el ecosistema del lugar. "Fue organizado por 馃槃 estudiantes de 19 a帽os".

Hab铆a una especie de anticipaci贸n incierta en el aire. El presidente de la universidad les 馃槃 hab铆a dado a los estudiantes un plazo de 2 pm para desmantelar el campamento, lo que llev贸 a varios estudiantes 馃槃 a caminar en c铆rculos que abarcaban casi todo el campus, gritando en solidaridad con aquellos que acampaban. Casi todos los 馃槃 estudiantes a los que me acerqu茅 se negaron a hablar. Pol铆ticamente y un poco nerviosos, dijeron que no estaban capacitados 馃槃 para los medios o simplemente no quer铆an hablar. Pero me dirigieron a un joven llamado Aidan que se asom贸 por 馃槃 la cerca del campamento y comenz贸 a hablar. Lo reconoc铆 como uno de los estudiantes que encabezaba el canto desde 馃槃 adentro. Su voz era 谩spera mientras comenz贸 a dar sus razones para su desaf铆o.